Huracán Beryl: ¿y si no estamos listos para lo que viene?

Huracán Beryl: ¿y si no estamos listos para lo que viene?

En julio de 2024, el huracán Beryl hizo historia. Alcanzó categoría 5 —la máxima posible— en un mes en el que, tradicionalmente, el Atlántico apenas comienza a agitarse. Su paso por Granada, Barbados, Jamaica y la Península de Yucatán dejó una señal inconfundible: el clima está cambiando más rápido de lo que nuestras costas pueden resistir.

Figura 1. Antes y después del paso del huracán Beryl en el Caribe

Beryl se formó, creció y golpeó con una velocidad y más allá de las cifras de viento y presión, lo que preocupa es la pregunta que dejó flotando:

¿Están nuestras playas realmente preparadas para fenómenos así?

Una belleza que se desmorona con cada tormenta

Quienes conocen el Caribe mexicano lo saben: pocas regiones del mundo combinan valor turístico y riqueza natural como Cancún, Tulum o la Riviera Maya. Pero también es cierto que esas mismas costas llevan años enfrentando una erosión lenta… y ahora, con huracanes más intensos, esa erosión ya no es tan lenta.

¿Qué fragilidades están quedando al descubierto?

  • Hoteles construidos sobre zonas antes ocupadas por dunas.
  • Obras rígidas (muros, escolleras) que ceden con facilidad ante impactos extremos.
  • Vegetación costera casi inexistente, lo que reduce la capacidad de defensa natural.
  • Falta de monitoreo frecuente, lo que impide detectar cambios morfológicos a tiempo.

Beryl no hizo más que acelerar lo que ya venía ocurriendo: la línea costera retrocede, y con ella, la seguridad de la infraestructura turística.

Figura 2. Erosión severa en una playa tras el impacto de un huracán

Lo técnico al servicio de la prevención

En Tecnoceano, enfrentamos este reto desde una mirada integral. Sabemos que no hay una única solución ni un modelo mágico, pero sí herramientas que permiten anticiparnos y actuar con base en evidencia.

Nuestra experiencia se apoya en tres pilares clave:

  1. Modelación numérica, con herramientas como Delft3D, SWASH y XBeach, para simular cómo interactúan oleaje, marejada ciclónica, viento y corrientes con la costa.
  2. Soluciones basadas en la naturaleza, como:
    • Arrecifes artificiales que disipan energía de las olas.
    • Restauración de dunas y sistemas vegetales que estabilizan la playa.
    • Intervenciones suaves que no destruyen el ecosistema, sino que lo fortalecen.
  3. Análisis de vulnerabilidad costera, que nos permite:
    • Identificar zonas críticas.
    • Priorizar inversiones.
    • Diseñar planes de protección personalizados según las condiciones locales.

Lo importante no es solo saber qué puede pasar, sino cómo evitar que pase lo peor.

Acciones concretas, aquí y ahora

Hay ejemplos que ya muestran lo que se puede lograr cuando se actúa con decisión:

  • Barbados, tras el paso de Beryl, está evaluando sistemas de alerta costera más sofisticados y nuevas estrategias de protección híbrida, que combinan estructuras físicas con ecosistemas restaurados.
  • En Cancún, varios hoteles han comenzado a implementar monitoreos regulares con drones y modelos 3D, que les permiten visualizar, casi en tiempo real, cómo se comporta su frente de playa.

Desde Tecnoceano, hemos participado activamente en:

  • El diseño de rompeolas ecológicos.
  • Monitoreos post-evento.
  • Planes de recuperación de playa adaptados a cada sitio.

Todo con el mismo objetivo: proteger las playas sin sacrificar su esencia natural.

La decisión que no se puede postergar

No se trata de sembrar alarma, sino de asumir una realidad: Beryl fue una advertencia. Y, con los cambios actuales en la temperatura del océano y los patrones atmosféricos, el próximo gran huracán podría formarse más pronto de lo que imaginamos.

La pregunta no es si va a llegar.
La pregunta es: ¿estaremos preparados cuando llegue?

Figura 3. Daños estructurales en primera línea de playa

En Tecnoceano, creemos que sí es posible resistir mejor. Pero esa preparación no ocurre sola: se construye con datos, con soluciones inteligentes y, sobre todo, con voluntad.

Porque cuidar nuestras playas no es solo cuidar la arena.
Es cuidar el turismo, el empleo, la biodiversidad, el paisaje, el futuro.

¿Quieres que lo acompañemos en este camino?
Es momento de actuar. Estamos listos para trabajar contigo.

ELABORADO POR: MARÍA CARMEN ESPINOSA, WILLIAM ABARCA Y COSETTE KNAPP.