Las tormentas intensas, cada vez más frecuentes y severas debido al cambio climático, representan una amenaza directa para las cuencas fluviales y las construcciones urbanas cercanas. En México, el manejo insuficiente del agua y la falta de infraestructura adecuada han agravado los riesgos asociados a estas precipitaciones extremas, resultando en desbordamientos de ríos e inundaciones que afectan tanto a comunidades rurales como urbanas.
Figura 1. Desbordamiento del río Lerma.
Fuente: https://oem.com.mx/elsoldetoluca/local/rio-lerma-a-punto-de-desbordarse-14436074
Un ejemplo alarmante ocurrió en el Estado de México, donde las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento del río Lerma, inundando comunidades enteras y afectando a miles de viviendas. Este evento evidenció las limitaciones en la gestión hidrológica y la necesidad de implementar infraestructura más robusta, como diques, canales de alivio y sistemas de alerta temprana.
Estos efectos se ven agravados por el deterioro ambiental en las cuencas hidrográficas, que ha reducido la capacidad de los ríos para manejar grandes volúmenes de agua. La deforestación, el cambio en el uso del suelo y la urbanización descontrolada son factores que contribuyen a esta problemática, dejando a las construcciones cercanas vulnerables a daños estructurales significativos debido a las corrientes y al encharcamiento prolongado.
Muchas ciudades en México han crecido hacia zonas de riesgo, como las márgenes de ríos y áreas de recarga hídrica, exponiendo viviendas y desarrollos urbanos a los efectos devastadores de las tormentas. Las inundaciones no solo dañan propiedades y vías de comunicación, sino que también interrumpen servicios esenciales como electricidad, agua potable y transporte público, afectando la vida de millones de personas.
Figura 2. Inundaciones ocasionadas por el desbordamiento del río Lerma.
Fuente: https://labcsa.org/2024/09/04/desbordamiento-del-rio-lerma-dana-decenas-de-viviendas-en-la-barca/
Para enfrentar estos desafíos, es fundamental adoptar un enfoque integral que priorice:
- Restauración de ecosistemas fluviales:
- Reforestación de cuencas para mejorar la infiltración y reducir la escorrentía.
- Creación de zonas de amortiguamiento que actúen como barreras naturales frente a las inundaciones.
- Infraestructura sostenible y resiliente:
- Construcción de diques, canales de alivio y sistemas de drenaje que integren soluciones basadas en la naturaleza.
- Diseño de infraestructura adaptada a los escenarios climáticos futuros.
- Innovación tecnológica:
- Monitoreo hidrológico avanzado para identificar zonas críticas.
- Modelación de escenarios para anticipar riesgos y planificar medidas preventivas.
Tecnoceano contribuye activamente al diseño e implementación de estrategias innovadoras para proteger ríos y construcciones urbanas cercanas. Esto incluye:
- El desarrollo de modelos predictivos para evaluar riesgos hidrológicos.
- La promoción de infraestructura resiliente que combina tecnología avanzada con soluciones naturales.
Figura 3. Izquierda, Depósitos de infiltración pluvial. Derecha, Estanques de retención.
Con el cambio climático intensificando estos fenómenos, es imperativo que México invierta en soluciones sostenibles que restauren los ecosistemas fluviales y modernicen la infraestructura hídrica. La colaboración entre el Gobierno Federal y empresas como Tecnoceano es esencial para construir un futuro más seguro, donde las comunidades y ciudades puedan enfrentar los desafíos climáticos con mayor preparación y resiliencia.
Juntos podemos garantizar un desarrollo urbano más seguro y sostenible, protegiendo a nuestras comunidades frente a los embates del cambio climático.
ELABORADO POR: MARÍA CARMEN ESPINOSA, WILLIAM ABARCA Y COSETTE KNAPP.